Sabemos que la sociedad genera infinidad de residuos. Y aunque es inevitable, el paso más importante es reducirlos para minimizar nuestra huella.
Teniendo siempre presente que todos aquellos que no podamos reducir debemos aprovecharlos y darles otra vida.
Por eso, en alba circular llevamos el poder de la economía circular un paso más allá. En alba generamos valor a partir de los residuos producidos por la sociedad para reducir la huella que dejamos en el planeta. Para hacerlo colaboramos dando valor y una segunda vida a los residuos que recogen las instituciones.
Damos una segunda vida a los elementos que desechamos en la vida cotidiana.
Fomentamos la cultura de la sostenibilidad a través de la reciclabilidad y reusabilidad de los materiales o desechos más insospechados.
Mitiga el impacto de nuestras actividades para que no afecten al planeta.
En alba circular generamos energía, como por ejemplo gas natural reciclado o hidrógeno que luego sirven para producir muchas cosas.
A su vez, colaboramos con las instituciones para reducir nuestra huella en el planeta. Un ejemplo es que somos capaces de generar materiales para la construcción como áridos (arena) desde residuos y CO2.
Incluso, en un futuro seremos capaces de capturar el CO2 existente en la atmósfera para poder fabricar materiales.